Los chicos construyeron catedrales medievales aprendiendo de este modo las características de cada uno de los períodos Bizantino, Románico y Gótico. Lograron observar las diferencias entre ellas, tales como materiales de construcción, arcos de medio punto u ojivales, espesor de las paredes, vitrales, ventanas ciegas, campanarios, torres de gran altura e importancia de la luz.